
Japón marca un momento histórico con el nombramiento de Sanae Takaichi como primera ministra, siendo la primera mujer en la historia en encabezar el Ejecutivo del país asiático. La política de 64 años y líder del Partido Liberal Democrático (PLD) fue elegida el 21 de octubre por la Dieta japonesa (Parlamento), tras obtener 237 de los 465 votos disponibles, superando a su principal rival Yoshihiko Noda, del Partido Democrático Constitucional.
Takaichi, considerada una figura ultraconservadora y discípula política de Shinzo Abe, ha ocupado previamente cargos clave como ministra de Asuntos Internos y Comunicaciones, además de liderar la estrategia económica del país entre 2022 y 2024. En su primera conferencia como mandataria, pidió “unidad y estabilidad política” para enfrentar los desafíos de una economía estancada, la inflación persistente y el envejecimiento poblacional que afecta gravemente a Japón.
Su elección representa un cambio simbólico en un país con una de las brechas de género más amplias del mundo desarrollado, donde solo un 16% de los escaños parlamentarios está ocupado por mujeres. Takaichi ha propuesto impulsar una nueva agenda tecnológica y de innovación, además de fortalecer la defensa nacional ante las tensiones con China y Corea del Norte.
Descrita por medios locales como una política firme y disciplinada, la nueva primera ministra también ha generado debate por sus posiciones tradicionales sobre temas sociales, como su oposición al matrimonio igualitario y la preferencia por mantener estructuras familiares conservadoras. Pese a ello, su ascenso simboliza un avance en la representación femenina dentro de la política japonesa, abriendo el camino para nuevas generaciones en un entorno históricamente dominado por hombres.