
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que su gobierno analiza emprender acciones legales contra SpaceX, la compañía aeroespacial de Elon Musk, luego de que fragmentos de uno de sus cohetes cayeran en territorio nacional sin previo aviso.
El incidente, que fue detectado en una zona rural del país, ha encendido alertas por posibles riesgos ambientales y de seguridad nacional. Según reportes preliminares, ni la empresa ni autoridades estadounidenses notificaron a México sobre la reentrada o trayectoria del artefacto, lo que representa una posible violación a normas internacionales.
🔍 La Secretaría de Relaciones Exteriores, junto con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), se encuentra recopilando información técnica para determinar si hubo negligencia o incumplimiento de tratados como el Convenio sobre la responsabilidad internacional por daños causados por objetos espaciales, firmado en 1972.
“El espacio no es tierra de nadie. Lo sucedido no solo pone en riesgo a las comunidades cercanas, también plantea preguntas serias sobre la rendición de cuentas de las grandes corporaciones tecnológicas”, señaló un funcionario federal bajo condición de anonimato.
Por ahora, no se han reportado daños a personas ni infraestructura, pero autoridades locales mantienen vigilancia en la zona y esperan una postura oficial de SpaceX, la cual podría conocerse en las próximas horas.
Esta situación podría abrir un nuevo capítulo en las tensiones entre gobiernos y empresas privadas que operan en el espacio.