
El exfutbolista mexicano Omar Bravo, máximo goleador histórico del Guadalajara, enfrenta una nueva consecuencia derivada de su vinculación a proceso por abuso sexual infantil agravado, delito por el que permanece bajo prisión preventiva en Jalisco desde el pasado 4 de octubre. El exjugador fue acusado de agredir a su hijastra durante seis años, cuando la menor tenía entre 11 y 17 años, y permanecerá detenido mientras avanza la investigación judicial.
Además de ser removida su camiseta del Museo de Chivas, institución con la que el delantero conquistó títulos y marcó 160 goles, Bravo ha sido excluido definitivamente de la lista de embajadores oficiales del Mundial de 2026, un cargo para el que estaba considerado como representante de Guadalajara. Las autoridades en Jalisco eligieron en su lugar a Lorena Ochoa, exgolfista mexicana y figura del deporte nacional, subrayando la importancia de contar con personalidades que transmitan valores positivos rumbo al torneo internacional.
La denuncia fue presentada por la madre de la víctima el pasado 30 de septiembre. Según el expediente, la menor aportó videos, audios y más de 40 capturas de pantalla que evidencian los abusos, amenazas y manipulación por parte de Bravo. Las pruebas fueron suficientes para que un juez dictara vinculación a proceso y prisión preventiva de seis meses, periodo en el cual la Fiscalía de Jalisco deberá cerrar la investigación complementaria.
El abogado de la víctima, José Juan Soltero, destacó ante medios que las pruebas son contundentes y que el exfutbolista podría enfrentar una pena de entre cinco y diez años de prisión, dependiendo del agravante aplicado por la edad de la afectada. Mientras tanto, la defensa encabezada por Leobardo Treviño analiza apelaciones y posibles amparos para intentar reducir la medida cautelar.