El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Senado ha exigido transparencia y rendición de cuentas sobre el proceso de descentralización del gobierno federal impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Los senadores priistas han señalado que esta estrategia, que buscaba trasladar diversas dependencias a los estados, ha resultado en un fracaso operativo, con múltiples retrasos, falta de planeación y una notable opacidad en el uso de los recursos.
Exigencia de rendición de cuentas.
Durante la sesión legislativa, los senadores del PRI reclamaron que el gobierno federal brinde información detallada sobre los avances reales de la descentralización, así como un informe sobre los recursos destinados a este proceso. Argumentaron que muchas dependencias no han completado su traslado y que el personal afectado ha enfrentado incertidumbre laboral y complicaciones logísticas debido a la falta de previsión.
«La descentralización de instituciones no se ha realizado con responsabilidad ni con una estrategia clara. Exigimos que el Ejecutivo transparente qué dependencias realmente han sido trasladadas, cuánto ha costado este proceso y cuál es el impacto en eficiencia la gubernamental», expresó un senador del PRI durante el debate.
Críticas al proceso de descentralización
El proyecto de descentralización fue una de las claves de AMLO desde su campaña presidencial, con el objetivo de llevar las secretarías federales a distintas entidades del país para fomentar el desarrollo regional y reducir la concentración administrativa en la Ciudad de México. Sin embargo, a cinco años de su anuncio, diversas dependencias han retrasado o incluso cancelado su traslado debido a problemas de infraestructura, resistencia del personal y la falta de presupuesto.
Legisladores del PRI y otros partidos han criticado la ejecución de esta política, señalando que, en muchos casos, las secretarías siguen operando en la capital y que los gastos generados por los intentos de traslado han sido innecesarios. «Se vendió como una estrategia para impulsar el crecimiento regional, pero en la práctica no ha hecho más que generar desorden administrativo y gastos sin resultados claros», afirmó otro senador priista.
Reacciones en el Senado y posibles consecuencias
El llamado a la rendición de cuentas ha provocado reacciones en el Senado, con legisladores de la oposición respaldando la solicitud de transparencia y una auditoría sobre los recursos utilizados. Senadores de Morena han defendido la descentralización, asegurando que es un proceso complejo que tomará tiempo, pero que traerá beneficios en el largo plazo.
Ante la presión política, algunos senadores han propuesto la creación de una comisión especial para evaluar los avances y analizar si la descentralización ha cumplido con sus objetivos. De confirmarse irregularidades en la planificación o ejecución del proceso, podrían abrirse investigaciones y solicitarse comparaciones de funcionarios responsables.
Hacia una mayor transparencia
La falta de información clara sobre el proceso ha generado incertidumbre tanto en el personal de las dependencias como en los ciudadanos que esperaban un impacto positivo en sus regiones. Organismos civiles han manifestado preocupación por la posibilidad de que este proceso termine siendo un fracaso sin que se rindan cuentas sobre los recursos utilizados.
El PRI ha reiterado que su objetivo no es obstaculizar la descentralización, sino garantizar que se haga con eficacia y sin opacidad. «No nos oponemos al desarrollo regional, pero sí a la improvisación ya la falta de transparencia. La ciudadanía merece saber en qué se está gastando su dinero y si realmente este proyecto traerá beneficios», indicaron legisladores priistas.
Conclusión
La exigencia de transparencia en el proceso de descentralización podría derivar en la solicitud de auditorías, comparaciones y posibles ajustes en la estrategia gubernamental. Con un panorama político cada vez más polarizado y en pleno año electoral, este tema se perfila como un nuevo punto de confrontación entre el oficialismo y la oposición en el Senado.
El debate sobre la descentralización sigue abierto, y será clave conocer los informes oficiales y el destino de los recursos para evaluar si esta política ha sido beneficiosa o si, como argumentan sus detractores, ha sido un proceso fallido que requiere una urgente corrección de rumbo.