
Jim Farley, CEO de Ford, reconoció en una entrevista que la automotriz china BYD lleva una ventaja tecnológica de 25 años frente a su empresa, lo que representa un gran reto para Ford en su intento por recuperar terreno en la industria global de vehículos eléctricos. Farley admitió que tecnologías esenciales como sistemas de diseño CAD, IT y cadena de montaje que Ford utiliza están desfasadas y es necesario una reinvención total para competir con la rapidez e innovación que BYD ha logrado imponer.
La diferencia tecnológica más marcada está en las baterías; mientras Occidente apuesta por baterías de litio convencionales más densas y costosas, China ha avanzado con baterías de litio-ferrofostato (LFP), más seguras, económicas y de carga rápida, dando a BYD una ventaja competitiva clave. La integración vertical de la cadena de producción, que incluye materiales, fabricación de componentes y ensamblado, permite que BYD logre costos más bajos con alta calidad. Estas condiciones hacen que Ford y otros fabricantes occidentales deban acelerar sus innovaciones y eficiencias para mantenerse relevantes.
En respuesta, Ford ha comenzado a rediseñar su estrategia, apostando por vehículos eléctricos más compactos y asequibles y desarrollando su propia plataforma de bajo costo para competir con fabricantes como BYD. Aunque aún enfrentan desafíos para escalar la producción a niveles eficientes, la intención es lanzar varios modelos con tecnología avanzada y lograr la rentabilidad, sostenibilidad y competitividad necesarias para sostener su futuro en la nueva era del automóvil eléctrico.