
El ejército israelí interceptó entre miércoles y viernes una flotilla internacional compuesta por 42 embarcaciones que transportaban ayuda humanitaria y más de 400 activistas hacia la Franja de Gaza, bloqueada por Israel desde hace 18 años. Entre los detenidos se encontraba la activista sueca Greta Thunberg, mandos europeos, y defensores de derechos humanos, lo que generó condenas y manifestaciones globales en solidaridad con los activistas y la población palestina.
Las fuerzas israelíes ejecutaron la operación en las aguas internacionales cerca de Gaza, abordando barco a barco y desviándolos hacia puertos israelíes para procesar la deportación de los activistas, comenzando con cuatro ciudadanos italianos. La marina israelí usó cañones de agua para detener la flotilla, y la organización Global Sumud denunció agresiones y bloqueos en las comunicaciones. La acción fue calificada por Israel como una defensa del bloqueo legítimo, mientras que los activistas la denunciaron como un ataque ilegal y un crimen de guerra.
Las repercusiones incluyeron huelgas y protestas en países como Italia y Turquía, reflejando la tensión internacional en torno al conflicto en Gaza y la situación humanitaria. La flotilla Global Sumud había partido de varios portos mediterráneos, incluyendo Barcelona, con la intención de llevar ayuda a la zona palestina, visibilizando la crisis humanitaria que según la ONU se ha profundizado con hambruna y restricciones graves a la población.