Luis Arráez, estrella de los San Diego Padres, encendió las alarmas este domingo 20 de abril tras sufrir una aparatosa colisión con Mauricio Dubón, segunda base de los Houston Astros, durante la primera entrada del juego en Houston. El incidente ocurrió cuando Arráez, sirviendo como bateador designado, intentó un toque de bola y, al llegar a la primera base, chocó con el codo de Dubón, quedando tendido e inmóvil en el terreno.
El juego se detuvo durante más de 10 minutos mientras el personal médico atendía a Arráez, quien fue inmovilizado y retirado en camilla, aunque logró tranquilizar a los aficionados levantando el pulgar al salir del campo. Fue trasladado de inmediato al Houston Methodist Hospital, donde se le realizaron exámenes médicos exhaustivos.
Afortunadamente, los primeros reportes y pruebas indicaron que Arráez no sufrió fracturas, aunque presentó una pequeña laceración en la mandíbula y se mantiene bajo observación por posibles lesiones cervicales y conmoción cerebral. El manager de los Padres, Mike Shildt, calificó la situación como “el mejor escenario posible” dadas las circunstancias, aunque se mostró cauteloso y señaló que seguirán evaluando su evolución.
Horas después del incidente, Arráez fue dado de alta y regresó al estadio para reunirse con sus compañeros, confirmando a través de un comunicado que se encuentra bien y agradeciendo el apoyo recibido: “Me encuentro descansando para unirme al equipo este lunes. Les agradezco sus oraciones, sus muestras de cariño y agradezco a Dios por su protección, porque ya estoy bien”.
Tanto el equipo como los aficionados y compañeros, incluidos Fernando Tatis Jr. y Manny Machado, expresaron su alivio y apoyo al venezolano, quien es una pieza clave para los Padres y uno de los mejores bateadores de las últimas temporadas.