
El cine mundial perdió este martes a una de sus figuras más queridas e influyentes: Robert Redford, quien falleció a los 89 años. Con más de seis décadas de carrera, el actor, director y productor estadounidense dejó una huella imborrable en la industria, siendo recordado tanto por sus interpretaciones en clásicos de Hollywood como por su labor en el cine independiente.
Una carrera marcada por clásicos
Redford alcanzó fama internacional en los años 70 con películas que hoy son parte de la historia del cine. Entre ellas destacan Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), The Sting (1973) y All the President’s Men (1976), donde compartió créditos con grandes figuras de la época. Su estilo, carisma y capacidad para dar vida a personajes complejos lo consolidaron como uno de los actores más respetados de su generación.
Reconocimiento detrás de cámaras
No solo brilló frente a la cámara. En 1980 debutó como director con Ordinary People, cinta que le valió el Óscar a Mejor Director, confirmando su versatilidad artística. A lo largo de su trayectoria se mantuvo activo como realizador y productor, siempre impulsando proyectos con un fuerte trasfondo humano y social.
Sundance y el legado independiente
Más allá de la pantalla, Redford fundó en 1981 el Festival de Cine de Sundance, que con el paso de los años se convirtió en la mayor vitrina para el cine independiente en Estados Unidos y un referente mundial. Directores como Quentin Tarantino, Steven Soderbergh y Damien Chazelle encontraron en este espacio la oportunidad de mostrar sus primeras obras.
Un adiós que marca época
La noticia de su fallecimiento generó una ola de reacciones en todo el mundo del espectáculo, donde colegas, cineastas y actores lo despidieron con mensajes de admiración y gratitud. Para muchos, Redford fue más que un actor: fue un impulsor de nuevas generaciones y una voz constante en la defensa de la cultura y el arte.
Con su partida, Hollywood pierde a un hombre que redefinió lo que significa ser estrella de cine, combinando éxito comercial, prestigio artístico y compromiso social. Su legado, tanto en las grandes producciones como en el cine independiente, asegura que Robert Redford permanecerá vivo en la memoria del séptimo arte.