La canción que definió una era en el rap sigue sonando como un clásico contemporáneo.
Hace exactamente un año, Kendrick Lamar lanzaba Not Like Us, una colaboración con el productor Mustard que se convirtió en un fenómeno instantáneo. Lejos de ser solo un éxito comercial, el tema marcó el punto más alto en la histórica rivalidad entre Kendrick y Drake, dejando una huella imborrable en el panorama del hip hop.
Disparo lírico sobre una base bailable
Con una letra directa, cargada de ataques calculados y frases afiladas, Kendrick no solo apuntó al centro del conflicto, sino que lo hizo sobre una producción rítmica, vibrante y celebratoria. Ese contraste entre agresividad lírica y energía festiva le dio al tema una identidad única.
Un clásico moderno que no envejece
Not Like Us no solo rompió récords y generó reacciones masivas, sino que también se consolidó como uno de los momentos más memorables del rap contemporáneo. Un año después, su vigencia sigue intacta: suena en fiestas, playlists y debates como si fuera novedad.