La tensión comercial entre Estados Unidos y China ha alcanzado un punto crítico. El presidente Donald Trump impuso un arancel del 34% sobre los productos chinos, sumado a los 20% ya vigentes, lo que eleva el total a un 54%. China ha respondido con un arancel similar del 34% sobre las importaciones estadounidenses, que entrará en vigor el 10 de abril.
Además de los aranceles, China ha anunciado controles a la exportación de minerales de tierras raras, esenciales para tecnologías avanzadas, y ha agregado 27 empresas estadounidenses a las listas de restricciones comerciales. Esta escalada ha provocado un desplome en los mercados financieros mundiales y ha generado temores de una recesión global.
