
Un juez federal en Los Ángeles desestimó nuevamente la demanda presentada por Spencer Elden, el hombre que aparece como bebé en la icónica portada de Nevermind (1991) de Nirvana, la cual alegaba explotación sexual infantil. El juez Fernando Olguin determinó que la imagen no constituye pornografía infantil, comparándola con una fotografía familiar y subrayando que “ni la pose, el contexto ni el entorno sugieren una conducta sexualmente explícita”.
Elden, ahora adulto, afirmaba haber sufrido daños personales duraderos debido a la difusión mundial de su imagen. Sin embargo, el juez argumentó que las acciones de Elden en relación con el álbum como recrear la foto y vender autógrafos son difíciles de conciliar con sus afirmaciones de daño, además de que la portada carece de intenciones sexuales y está lejos de la legislación sobre pornografía infantil.
El fallo exime de responsabilidades legales a la banda Nirvana, Universal Music Group, Courtney Love y al fotógrafo Kirk Weddle, y establece un precedente importante sobre los límites legales entre expresión artística y protección infantil en obras musicales. Hasta el momento, la defensa de Elden no ha respondido sobre una posible apelación, pero la sentencia parece cerrar una de las disputas más emblemáticas sobre derechos de imagen y arte en la industria musical.