
Una investigación interna reveló posibles irregularidades en el control portuario y aduanal que habrían permitido la entrada a México de al menos 30 buques con gasolina ilegal proveniente de Estados Unidos, disfrazada bajo la etiqueta de aceite.
El papel de la Marina
De acuerdo con el expediente, directivos de la Secretaría de Marina a cargo del laboratorio de Aduanas habrían autorizado el ingreso de los cargamentos sin realizar las verificaciones técnicas necesarias. Esto abre la posibilidad de que existiera colusión o negligencia en la validación de documentos y pruebas químicas.
La ruta del huachicol importado
Las embarcaciones habrían ingresado por distintos puertos mexicanos entre 2023 y 2024. Según fuentes cercanas al caso, las facturas presentadas señalaban que se trataba de aceite industrial, cuando en realidad se trataba de combustible irregular, introducido al país sin pagar impuestos ni cumplir con las normas de calidad.
Un daño millonario al fisco
Los especialistas calculan que esta operación ilegal pudo haber generado pérdidas millonarias para el erario, además de impactar al mercado energético formal y favorecer a redes de contrabando conocidas como huachicoleros de cuello blanco.
Funcionarios bajo investigación
La indagatoria busca determinar el nivel de responsabilidad administrativa y penal de los funcionarios que validaron los cargamentos. El expediente permanece abierto y podría derivar en sanciones, inhabilitaciones e incluso procesos judiciales.
Implicaciones políticas y de seguridad
El caso coloca bajo la lupa a la Marina, institución encargada de fortalecer la seguridad en puertos y aduanas como parte de la estrategia federal contra el contrabando y el narcotráfico. Si se confirma la participación de mandos en estas prácticas, el golpe a la credibilidad institucional sería significativo.
Un nuevo capítulo en la lucha contra el huachicol
El ingreso de gasolina ilegal desde EE.UU. expone cómo el mercado negro del combustible se ha sofisticado, pasando de tomas clandestinas en ductos a operaciones internacionales con buques y documentación falsa. Para expertos, el caso revela la urgencia de reforzar los controles portuarios y aduaneros con mayor transparencia y vigilancia independiente.