Récord histórico en incautación de combustible robado
En apenas nueve meses de gestión, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha decomisado más de 69 millones de litros de huachicol, superando lo asegurado durante todo el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y también los últimos cuatro años del mandato de Enrique Peña Nieto. La cifra ha sido calificada como un hito en la lucha contra el robo de combustible, uno de los delitos más lucrativos y peligrosos del país.
Resultados contundentes, pero aún parciales
Los operativos han sido coordinados entre la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional, Pemex y la nueva Unidad Contra el Robo de Hidrocarburos. Según informes internos, los puntos críticos han sido detectados en ductos estratégicos del centro y norte del país, donde se han localizado tomas clandestinas, redes de distribución ilegal y centros de almacenamiento.
A diferencia de administraciones anteriores, los nuevos operativos incluyen tecnología de rastreo satelital, intervención de cuentas bancarias y una mayor colaboración con instituciones fiscales y financieras.
Expertos reconocen el avance… pero exigen más profundidad
Si bien la cifra decomisada es notable, analistas en seguridad y economía criminal advierten que esto representa solo la superficie del problema. El verdadero desafío, señalan, radica en desmantelar las estructuras criminales que organizan, financian y protegen el huachicol, así como en perseguir los flujos económicos ilegales que permiten su operación.
También recalcan que el huachicol no es solo un tema de seguridad, sino también de corrupción institucional, ya que históricamente ha contado con la complicidad de funcionarios, empresarios y actores locales.
Reacciones políticas y sociales
El logro ha sido celebrado por sectores oficialistas como una muestra del “nuevo estilo de gobernar” de Sheinbaum, con enfoque técnico y resultados medibles. En contraste, opositores han exigido transparencia, cuestionando la metodología de los conteos y pidiendo que se revelen nombres, procesos judiciales abiertos y sanciones a los involucrados.
Mientras tanto, las comunidades afectadas por tomas clandestinas insisten en que la solución también debe pasar por políticas sociales y económicas que reduzcan la dependencia local de estas actividades ilícitas.
¿Qué sigue?
El gobierno federal ha anunciado que se intensificarán las inspecciones y que se presentará un informe detallado sobre la red financiera del huachicol a finales del mes. La expectativa ahora es si el combate al robo de combustible trascenderá las cifras y se traducirá en una disminución estructural de esta economía criminal.
Por ahora, los números colocan a Sheinbaum como la presidenta con el mayor número de decomisos en tan poco tiempo, pero la verdadera victoria, dicen los expertos, será desactivar el negocio por completo.
