En un giro significativo en el conflicto entre Rusia y Ucrania, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que ha acordado con su homólogo ruso, Vladimir Putin, iniciar negociaciones «inmediatas» para poner fin a la guerra que lleva casi tres años devastando a Ucrania.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump reveló que mantuvo una «conversación prolongada y muy productiva» con Putin, en la que ambos líderes discutieron la posibilidad de un alto el fuego y una solución pacífica al conflicto. «Él vendrá aquí, yo iré allá y probablemente nos reuniremos en Arabia Saudita la primera vez», declaró Trump, aunque no especificó una fecha concreta para el encuentro.
El presidente estadounidense también se refirió a la posibilidad de nuevas elecciones en Ucrania, algo que no ha sido posible debido a la ley marcial vigente desde febrero de 2022. «En algún momento, Ucrania necesitará nuevas elecciones», afirmó Trump, quien además consideró que la entrada del país en la OTAN no sería «funcional».
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, confirmó haber mantenido una conversación con Trump, en la que ambos discutieron las posibilidades de alcanzar la paz. «Hablamos largo sobre las posibilidades de llegar a la paz», escribió Zelenski en la red social X.
El anuncio de estas negociaciones ha generado reacciones mixtas en Europa, donde algunos temen que un acuerdo entre Estados Unidos y Rusia pueda dejar a Ucrania en una posición desventajosa. Los ministros de Relaciones Exteriores de España, Alemania y Francia reiteraron que ninguna decisión sobre Ucrania puede tomarse «sin Kiev» y sin la participación de los europeos.
Mientras tanto, Putin expresó su deseo de encontrar una «solución a largo plazo» al conflicto a través de «conversaciones de paz». El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, destacó que ambos líderes coincidieron en la necesidad de abordar las causas fundamentales de la guerra.
Este acercamiento entre Trump y Putin se produce un día después de que Rusia liberara a Marc Fogel, un ciudadano estadounidense condenado a 14 años de prisión, lo que ha sido interpretado como un gesto de buena voluntad hacia Washington.
